Cuando la vida te saca las muletas

 


Cuando la vida te quita las muletas.

Cuando eres libre, la sonrisa fluye como el agua, la mirada es más brillante y la metas no te asustan. El mundo es todo lo que tienes por delante. Los sabores son más ricos. Ríes a carcajadas, abres los brazos al viento y la brisa se cuela hasta en lo más profundo del corazón. Las cosas tienen otro color, y todo resuena tras el trino de las aves...

Pero..

No te das cuenta cuando te vas marchitando...

Cuando viene el primer dolor, la primer molestia, la primer pinta gris...

No te das cuanta cuando tu risa comienza apagarse, ni cuando callaron los pájaros.

El paisaje se vuelve más rápido, no lo alcanzas; se te van de las manos los momentos felices y otro punto gris aparece, un poco más oscuro que el anterior. El dolor se esparce como tu misma sangre... El mundo sigue su curso y no espera. Y es ahí donde un par de muletas de la vida aparecen, imaginarias, disfrazadas de pastillas o risas forzadas, o un "Tu puedes" o "Descanso 5 minutos y se me pasa"...

Te levantas con esfuerzo, vives con esfuerzo, el viento ya no roza tu cara y los pájaros están muertos, los grises y negro han colmado tu vida. La persona que eras antes ha desaparecido... "PARA SIEMPRE"

No hay retorno, es un pasillo estrecho que no tiene final. Y continuas, sigues, te levantas cada día y la vida sigue gris cada ves más oscura.

Se te paraliza la vida...

Y te hechas ha llorar como tantas veces que pensaste, que no podías e igual te levantaste...

Pero ¿que pasa si tus muletas se pierden? ¿O ya no sirven? ¿Que pasa cuando tienes que salirle a la vida, rota y partida? ¿cuando ya no hay más tiempo para la auto victimización, porque sabes que el tiempo no espera? "Tienes que salir porque sino te traga la oscuridad", un instinto de auto salvedad por mínimo que sea, aún guardado en la caja de los desastres. En la caja de la muerte de Pandora, aquella que has construido tras lagos años de desastre y exterminio propio.

No tienes conque sujetar el despojo que eres, no hay caramelos que hagan efecto, no hay calmante que alivie tu dolor, ni del cuerpo y ni del alma. Los pájaros ya no trinan... Están muertos. Los colores se apagaron y tu debes salirle a la vida partida, en ruinas y tratar de sonreír y levantarte erguida mientras a tu cuerpo se lo va comiendo el dolor.

¿Pero porque? ¿Porque lo haces? Es más cómo quedarte a llorar en un rincón y dejar que el monstruo te coma...

Si.. lo es... Es más cómodo...

Pero tu instinto te saca, el amor por lo que antes eras, aunque ahora solo lo veas a través de una foto. El amor que le tienes a tu familia que ves que lucha diariamente y tu no puedes quedarte a ver cómo hacen todo por ti. Porque hay cosas, que solo tu debes hacer y nadie las hará por ti. Porque ves a seres que dependen de tu existencia y marcas una sonrisa para que te vean bien. Aunque por las noches llores en silencio mientras todos duermen y te desbaste el dolor y la angustia. Y cuando despunta el alba estás ahí... Esperando comenzar el día esta vez sin muletas, Porque el tiempo no espera, la vida no espera, los momentos se van y no retornan. Tu vida se está yendo y no puedes detenerla.

Vivir con dolor crónico...

Vir con fibromialgia..



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