Golpe emocional

Golpe emocional 

Golpe emocional:

¿Has recibido alguna vez una noticia tan triste que te dejó sin reacción? ¿Has vivido una situación traumática que te dejó en shock? Pues algo así vivo yo la fibromialgia.  

Hoy me di cuenta de que, por segunda vez, mi ser (digo "mi ser" porque no sé cómo expresarlo de otra forma; mi sistema nervioso está fallando) ha entrado en shock sin haber vivido ninguna situación que me llevara a este estado. 

Pero pensemos por un minuto en cómo es "ese estado".  

¿Cómo nos deja la partida de un ser querido? Si te ha pasado, ya lo sabes; si no, trata de imaginar cómo se sentiría. Yo lo explicaré desde la experiencia de la fibromialgia:  

La mente se nubla. Lloramos. Hacemos cosas sin sentido. Sentimos dolor, no solo físico, sino también emocional. Ese dolor emocional anula los demás sentidos, que se vuelven absolutamente sordos. La vista se nubla, las piernas pierden fuerza. No hay hambre, solo un decaimiento generalizado. Todo duele, todo da vueltas, y no sabes a qué aferrarte. La mente está tan confundida que hasta los mejores consejos parecen inútiles. Te quiere encerrar dentro de ti. Pero el dolor sigue ahí, donde estés. Intentas levantarte, pero tu mente sigue perdida...  

¿Qué pasó? ¿Qué me pasa? ¿Por qué?  

No puedes fijar la vista, ni tu cuerpo, ni tu mente. Todo se balancea sin parar, mientras las personas que te rodean te impulsan a seguir adelante (en vano), y otros ni se dan cuenta...  

¿Has querido gritarles que se vayan o se callen porque todo te aturde? Pero no lo haces, porque sabes que no son ellos, sino tú.  

Un golpe emocional no es fácil de sobrellevar. En tu mente, todos los estados emocionales pasan al mismo tiempo. Todas las alertas de tu cerebro están activas. Del llanto a la risa en un segundo. 

Y llega el colapso: tu cuerpo no soporta el estrés, y el dolor comienza a demoler tus huesos y carne. "Enfrentas la vida sin armas." Tu cama es el único refugio. No puedes moverte porque la vida te ha golpeado sin piedad. Si los moretones fueran visibles, no habría lugar en tu cuerpo sin estar magullado. El dolor se prolonga, y crees que te volverás loca. Pero aún sacas fuerzas para mostrar una sonrisa en tu rostro pálido y ojeroso y decir: "Estoy bien".  

Ahora piensa que esa situación se prolonga por años...  

El estado demoledor en el que entras es devastador y solitario. No te comprenden. Te miran con extrañeza, como preguntando: ¿Aún no sales del pozo? “Necesitas un viaje, salir más, es todo mental, haz yoga, haz ejercicio, habla con un psicólogo”. 

¿Sabes cuán difícil es para una persona con fibromialgia salir con amigos? Hasta el último minuto te sientes mal. Temes tener que regresar a mitad de todo. Te descompones, te mareas, tienes intestino irritable, intolerancia a los ruidos, torpeza, falta de equilibrio, niebla mental (no sabes lo que dicen ni lo que estabas diciendo), confusión de palabras. Y, dependiendo del día, no puedes soportar que la ropa te roce o que te abracen. 

En mi caso, con dolor crónico de coxis, no puedo sentarme ni estar mucho tiempo de pie. Muchas veces aguanto, pero sé que pasará factura al día siguiente. Entonces, ¿cómo haces para trabajar cada día? ¿Cómo realizas tus tareas? ¿Cómo cumples tus obligaciones? ¿Cómo sales a comprar? ¿Cómo das clases? 

Simplemente soportas hasta que tu cuerpo colapsa, y luego vuelves a soportar, en un ciclo sin final.  

La fibromialgia no es mental ni consecuencia de una emoción no expresada. Es la forma en que el cerebro procesa los estímulos del dolor y la energía celular a nivel mitocondrial. Por eso el cansancio crónico y el dolor en la fascia (el tejido fibroso que recubre el cuerpo). Les aseguro que el dolor es insoportable.  

Siguiendo con el golpe emocional, todo transcurre más lento. El cuerpo tiene reacciones tardías, y el cerebro procesa la realidad con retraso.  

No se cura con una siesta, ni con vacaciones. Las píldoras son solo paliativos para innumerables síntomas. Te duermes involuntariamente en una conversación o estas despierto toda la noche si poder dormir, sin poder levantarte cuando debes.  

¿Qué tan difícil suena todo esto? 

Y aún hay más...  

Hoy estoy en esos días de 

golpe emocional. Hoy es un mal día.  

Pero esto también pasará.