Esperando días mejores

 


No es el final...

No es una despedida..

Es una mutación, es romperse para volver a armarse. Es el caos antes de la calma. Se ve que agite demasiado mis alas de mariposa y el huracán azotó con fuerza.

"Los cambios siempre vienen acompañados de una gran sacudida."

El mundo tembló a mis pies y las ruinas quedaron como testigo de una masacre. El tiempo en las desgracias pasa lento, porque el tiempo no es igual para todos.

Los tornados de mis pesadillas llegaron a mí parar llevarse todo, para quitarme todo. Los zumbidos me han dejado sorda y nada ha quedado en pie dentro de mí.

Un volcán de lava ardiente brota como ácido y debora mis entrañas, el dolor marca un punto de inflexión, una rotura, una falla, y luego la nada misma. No es el fin del mundo, es una mutación... Saldré distinta, quizás más rota, pero el fin de algo se está marcado para que nazca algo nuevo, no debo llorar por lo que dejo atrás. Más bien debo levantar una bandera. Dejar una marca, como para ver flamear la vida que dejé atrás, que no fue en vano, que me recuerda que los sueños se alcanzan, que la felicidad la abrazas y que el dolor es parte de esta vida, que día a día te sorprende en su magnificencia y en su metamorfosis. 

El túnel oscuro aún no lo termino, pero no claudico. Vi la luz de la vida, vi la esperanza en todas sus formas. Viví el mundo a mí manera, con altos y bajos y ahora dejo que mí mutación continúe su curso. Estoy en pleno etapa de cambio y sacrificio, estoy tratando de encontrar el norte nuevamente, aunque me cueste lágrimas. Luego ésto será una cicatriz, sin lugar a dudas, la tocaré en mí pecho y la amaré porque me transformó en algo mejor, porque estoy viviendo algo que debía vivir, para aprender algo distinto, para entender el dolor ajeno, para calzar los zapatos que nunca tuve, para aprender de empatía, aún más de la que tenía. El mundo y sus recovecos, tienen un porque para todo y lo que nos toca vivir, por difícil que sea, no debe ser tomado como un castigo sino como un aprendizaje y un desafío más, al cual hay que buscar la forma de salir. La espera no es fácil, la salud es tan frágil que desmorona hasta el corazón más fuerte. Mañana será otro día, oscuro o iluminado, pero en fin deberemos empezar a reconstruir lo que se ha roto por dentro, o por lo menos intentarlo. No me he dejado caer, aún con el cuerpo roto sigo incorporándome todos los días. Mañana será otro día y la lucha seguirá en pie, no me rendiré hasta el último de mis suspiros. No soy de hierro, no será fácil, pero intentarlo es la única opción, porque lo último que se pierde es la esperanza.

Dolor crónico y Fibromialgia

Esperando días mejores



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