Esperanza


 La esperanza

Inquieta, en algún lugar profundo de mí ser, en un rincón olvidado, late la esperanza. Como una braza tibia, aún conserva el calor a pesar del crudo invierno de mí vida. Cobijada como una perla preciosa, como un cristal frágil, se enciende de vez en cuando, cuando la ilusión se acerca por casualidad. Allí está el refugio de mis sueños, algo empolvados y fuera de tiempo. Ahí están los mejores recuerdos y la tibieza de memorias en letras y silencios. Hoy, encendida de ilusión, con el corazón purpura, mí alma recobra vida apretando la emoción entre los puños, como para que no se desboquen los anhelos olvidados. Una sonrisa leve asoma en mis labios finos... Es como una inquietud en el pecho, un deseo vagabundo que quisiera cumplir. Se arremolinan en el pecho los sentimientos y al remanso de la noche, intento en vano que se  duerman.

¿Y si mis sueños están a un paso? ¿Y no en aquel punto infinito y tortuoso? El ansia me desborda por los dedos y escribo... Quizás así logré dormir a los sueños...



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