Cielo blanco

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Cielo blanco
 
En el infinito de un cielo blanco,
voy caminando por un 
vasto desierto de sal.
Se recorta mí figura, 
mimetizada en el paisaje.
Sin límites, ni horizonte,
bajo un silencio sepulcral.
Solo voy, solo camino,
mí destino es así,
magullada sin golpes, 
movida por los hilos
macabros de la locura. 
Insana, mal trecha,
envuelta en gasas de dolor,
sin ver por dónde voy...
Un zumbido agudo se filtra
entre los vientos de la soledad,
mientras mí corazón se
convierte en una piedra negra.
Desechada en aquel 
paisaje blanco,
divago sin desición,
con una brújula rota y
el alma queriéndome abandonar.
Voy implorando a que la
muerte me lleve pronto.
Voy porque mis pasos
quieren desandar el camino.
Perdida en aquel desierto blanco,
comienza la muerte a 
cubrir mis pasos.
Hablo y no hay voz,
no hay eco, no hay sonido,
solo la indiferencia mortal.
Invisible perpetua, 
mis huesos contarán la historia,
tejeran entre telaraña
y finas líneas de sal.
Que hable más tarde 
mí calavera descarnada,
que hable y apunte en la
ausencia de mis ojos.
Si que más da,
aún viva es como si
estuviera muerta.
 
Noor Yahann
© Copyright Derechos reservados 15/04/2025


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