Temí

 


Temí

Temí tantas veces encontrarte en plena calle
y ver el duro verde de tus ojos.

Temí tantas veces encontrarme frente a frente
y ver tu alma vacía,
sin atisbos de amor.

Temí recorrer las mismas calles
que tu esencia recorría,
así que evité caminos dolorosos
y esquivé baches del alma.

Temí tanto que corrí hacia el lado contrario.
Huí como una bestia asustada,
corrí del maltrato,
corrí del desamparo, del desapego, del desgano.

Corrí sin detenerme entre
los laberintos de la vida,
sin saber que el destino
siempre me lleva a ti.

Eres una sombra, una caja
que no quiero abrir.
Allí no hay ni siquiera recuerdos;
sin embargo, está llena de vacíos injustos.

Perdida estoy entre los pasillos del destierro.
Sumida estoy en la amargura
que trajo tu presencia.

Aprendí a vivir sin ti,
sin tu figura,
sin la vorágine de tu presencia oscura.

Tanto huí de ti
que igual me encuentras
y traes contigo lágrimas
envueltas en papel de regalo.

Sin embargo, ya solté los globos.
Ya no lloro como de niña.
Mi coraza ha crecido,
como una cicatriz
que se abrió muchas veces.

Hoy me quedan en la mano
un puñado de mariposas muertas.
Las conservo pegadas en mi diario:
son el reflejo de algo
que ha muerto.

No en ti,
sino en mí.

Noor Yahann 



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