Un día a la vez (Fibromialgia)

  La solidaridad En un mundo agitado, en que las prisas parecen más importantes que el destino. En un mundo atorado de distracciones y ruido, donde el caos impera como el rey de la locura. De pronto por una fracción de segundos la quietud y la calma parecen unirse a un solo ritmo.  Un corazón unificado y fraternal. Y me doy cuenta que somos como una red increíblemente inmensa y armónica. Unida por algo mágico y sobrenatural "la empatía" . Nunca sabremos de que lado estaremos, si el de necesitar o el de dar. La vida da tantas vueltas y nos enseña con los tropiezos. El destino me ha puesto de este lado, del lado opuesto al que siempre pensé. Pero hay cosas que nos pasan en la vida que nos pone a prueba y nos enseña algo. Y aquí de este lado en que la confusión, la soledad y la necesidad están sobre la mesa, he aprendido a bajar la cabeza y aceptar que no todo está bajo mí control y que debes en cuando puedo estar rota y pedir ayuda. Y la generosidad se mostró a manos llenas, c...

 Se viene la primavera y todo parece florecer, una cuota de felicidad se cuela en mí interior vacilando al borde de la tristeza. Mí corazón se despierta como de un largo sueño funesto y ve las luces azules de mí alma. No lo logro aquietar y se desboca. Tiene esperanzas, las percibe como una ansiedad desdibujada en el pecho. Sonrío, como cuando ves la ingenuidad de un niño. Dejó que la felicidad vuele como un viento de agosto , enmarañado y aturdidor. El mañana no lo tengo. En mis manos solo puedo sostener el ahora... Y dejo que la felicidad entre, he ilumine mis rincones tristes. Soñar por un instante que la felicidad es mía. Un instante absolutamente mío. Olvidar los oscuros matices del dolor y la dejadez que deja la insatisfacción. Dejar que mí rostro se ilumine y quepan en mis ojos los mañanas intrépidos. Dejar escapar la sonrisa olvidada y permitirme respirar profundamente como cuándo niños oliamos las flores . Así la felicidad pasa por un momento y cicatriza de a poco las ...

 A veces los dolores del alma duelen más que los del cuerpo. Hay cicatrices que no se borran con nada y tampoco tienen cura. Hay cosas que jamás se perdonan , y situaciones que jamás se pueden olvidar , ni dejar atrás. A veces todo aquello se duerme en nuestro interior y seguimos por la vida parchados y dejamos que todo sea olvido, en profundo cajón de recuerdos malos . Pero de pronto la herida vuelve a abrirse como un desgarro entre la carne. Y dónde alguna vez hubo una cicatriz hay una herida más profunda que antes. Y vuelve a sangrar en lágrimas de sal . No podemos borrar nuestro pasado y el dolor vuelve y te das cuenta que los dolores del cuerpo, no se comparan con los del alma. Son más fuertes y más violentos, porque te torturan a cada momento. Hay pasados que no deberían ser recuerdos, deberían ser olvido mustio, sin embargo, como una conspiración unificada brotan y desarman tu vida, la que pudiste apenas volver a reconstruir con esfuerzos. El lado oscuro de la vida comie...

Seguiré de pié  Aunque tenga que morder el polvo   y tragarme mis lágrimas . Aunque el barro llegue a mis rodillas y no me deje avanzar. Aunque levanté la tierra en cada caída. Aunque las noches sean frías y sin abrigo,   o mí estómago cruja de vacío. Aunque la fiebre sacuda mí cuerpo y el dolor coma de mí entrañas. Aunque mí plato este vacío  y la soledad cubra mí espacio. Me verás de pie,  aún en medio de la hoguera . Me verás caminando entre  las  cenizas de lo que antes era . Aún en medio de una batalla pérdida , levantaré mí cabeza  y no me doblegare ante tu presencia. Porque ya conocí todas las desgracias, porque pase por cada una de las muertes. Porque sé lo que es tener  el alma rota y tener hambre. Se lo que caer al barro  y tener que remendar mis pedazos. Se lo que es caerse de rodillas y tener que sacudir el polvo de las heridas. Ya lloré lo suficiente ante  las ausencias y las carencias. Y aprendí a c...

  Esperar, sólo esperar  ¿Cómo esperar pacientemente cuando la necesidad urge? te consumes por dentro y nada puedes hacer... El tiempo es tan mezquino cuando necesitas que pase rápido. Las agonías se hacen infinitas mientras los placeres son efímeros. Las aves están regresando a sus nidos, un año más ha transcurrido, y cual estatua de mármol veo el tiempo pasar lento. Mí corazón se a dormido, trato de guardarlo de las espesuras del martirio . Ya no lucha no pugna por salir del pecho, se ha cobijado entre nieblas con resignación. Imprudente sería despertarlo. Imprudente sería darle un caramelo de ilusión . Trato de andar sin despertarlo... En puntas de pie para que el niño no despierte.  Esperaré aquí como siempre aunque un vendaval de aves surquen el cielo. Detrás de soles y lunas. Detrás de lluvias y nieves eternas.

Todo duele  Intento comprender que le ocurre a mí cuerpo, ¿Porqué tanto caos? Estoy en medio de una tempestad infinita. Mí mente basila, buscando respuestas, el mundo se ha desvanecido y he quedado sola en esta lucha. Sigo pedida, lo estoy hace mucho tiempo. Hábito los rincones ásperos de la vida.  Siento el vacío, un frío lúgubre. Estoy sola... Si... Lo estoy. Hago un escáner de mí cuerpo con la mente. Desvarío...  No comprendo... ¿Porqué? Una silueta oscura dibuja pantomimas de terror. Mí cuerpo se siente desbastado, carcomido. Me hundo en la cama, mientras la catarsis saborea el impacto. Mí mente confusa...  Todo duele... Todo. Finjo por un momento estar bien... Sonreír, olvidar pero a veces es imposible. Dejó mí cuerpo quieto... En fin de cuentas todo dolerá igual. Dolor crónico y Fibromialgia "Todo duele"

  No soy capaz... He retrocedido uno pasos y la montaña volvió a crecer... Esta vez no veo la cima... Mis pies y manos están lacerados de tanto andar. El frío quiebra mis huesos. Tiemblo... Me hago pequeña, diminuta... Está vez el obstáculo es muy grande y no soy una niña para soñar que tengo alas... No es el primer peldaño de la escalera...  Ya llevo un trecho recorrido y entre más arriba, estoy sintiendo más frío.

  Impotencia Una palabra que te ata las manos, te inmoviliza, te hunde la cabeza en el barro. Las salidas están cerradas, y no hay puertas de emergencia. Sumida en la incoherencia de los días , me asomó a la realidad marchita. Con acualeras , dibuje mis esperanzas y aferradas a mí alma las mantuve lo máximo que puede. Murieron de una en una, sobre mí regazo. No pude hacer nada, murieron despacio en agónica tristeza. Mis pasos volvieron a ser sórdidos, he vuelto a dar vueltas, sin parar en las noches frías. Sigo con los mismos demonios de siempre. Hasta pareciera que me estoy acostumbrado a ellos. Ya se que están y sigo mí camino intentando no mirarlos, por si alguno de da un sobresalto. Aquí estoy varada en el mismo sitio, he creado raíz. He surcado la tierra he amanecido plantada en tierras estériles , donde el viento es enemigo del que habita. He despertado en tierra árida, entre sales... Nada veo... Un espejismo a lo lejos... Una mujer danza en un remolino de viento... Son m...

  Increíblemente rota, no hay lugar para otra desepción, nada tiene forma, ni color. Los azules de mí alma han perdido su gracia. Me repliego como un ser moribundo evitando la luz. Aquel que no tiene solución y nada que perder. Es como si la vida hubiera perdido su sentido, y aquel destino para el que suponía que había nacido en esta vida, ya no lo es.  No tengo propósito. Me levanto porque debo, y sigo el día sin pestanear. ¡Cuántas cosas han muerto en mí! Temo a lo que surja después. Cómo reparas un alma rota, como reparar un cuerpo roto. Vacilo en inquietudes y dolor todo el día. La necesidad de hacer algo se diluye con la primer puntada. Tengo miedo al dolor, el destruyó las barreras de mí fortaleza. Es mí gran enemigo. Mañana no será distinto, beberé el café amargo de la vida , caminaré como moribunda por el mundo. Vacía, insulsa, quejumbrosa, intolerante y marchita. Así con el dolor en el borde de mis ojeras azules imborrables . Y dejaré ír un día más como tantos otros....

  Redención  La desilusión a cobrado vida, siento como si toda mí energía se escapara entre los dedos fríos. La desazón y el desconsuelo, me ha dejado fuera de combate. No sé cómo seguir, he bebido veneno amargo. He caído después de una breve ilusión. Nunca había estado tan rota, tan partida. El miedo vocifera sonidos áridos y ásperos. Y les temo. Mis rodillas han levantado el polvo de la derrota. El reloj se ha quedado quieto... Todo se detuvo un minuto antes de la tragedia. De rodillas en el suelo suplico, en un susurro casi inaudible... "REDENCIÓN" ...  Es mí cuerpo el cansado, es mí mente la que súplica. No podré levantarme otra vez, mis pies tienen yagas, mientras mis ojos aún tienen lágrimas de sobra para llorar. Veo una ladera empinada ante mí, y mis esfuerzos han sido infructuosos para llegar a la sima. ¿Y quién soy yo para creerme tan valiente? Nunca fui guerrea, nunca fui diosa, ni heroína. Estoy pérdida nuevamente, como tantas veces, he vuelto a perder mí norte...

  Mí tiempo entre los tiempos   Cuando la alegría se me escapa de las manos, cuando el sol baja y la noche se alarga como una espesa bruma entre los pensamientos cansados.  Mis palabras se desbocan como lamentos sobre un papel invisible. Hay un lamento interno parecido a las almas errantes que piden consuelo. ¡Que lento se ha vuelto el tiempo! ¡Que mezquina se ha vuelto la vida! Busco mí tiempo, entre los tiempos, aquel que nunca llegó a marcar sonrisas en mis labios. Siempre el mar golpeando contra la roca pétrea . Siempre el destino cruel presentándose como un arquetipo de mí vida. He visto flores nacer en capullos suaves, he visto las rosas amanecer entre el rocío. Pero soy cardo en llanura agreste que solo guarda espinas y sus pétalo efímeros terminan olvidados al viento.

  El pasillo de las mil puertas : No sé cómo seguir, he encontrado tantas puertas cerradas,en este pasillo infinito de la vida . En mis manos un manojo de llaves , me pesan como una condena. Una a una pruebo las llaves y ninguna funciona. Y el pasillo crece a lo lejos, como haciéndose eterno. Las puertas no se abren, no hay moldura que funcione. Me impregno de soledad y desesperanza.  No consigo dar con la puerta exacta. Todas son iguales, todas están cerradas. Apenas y un vestigio de luz ilumina el pasillo de mí vida y son tan hondo los silencios, que siento el rechinar de la madera bajo mis pies. Es como una pesadilla de la que nunca despiertas. Aquella que te sume en la miseria noctámbula de los obnubilados . No hay retorno, no puedes volver atrás, solo sabes que más adelante hay más puertas. En alguna estará la piedra filosofal , la solución para mí caos, tan mío. Sigo aún en el final del abismo . En cualquier momento seré piedra inmóvil , yerta y fría. Pronto pasaré así...