Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2025

Cavando su propia tumba

Imagen
 Cavando su propia tumba Hemos aquí, todos juntos, viendo cómo alguien va a su tumba en el cementerio. No se dan cuenta, no lo sabe, pero cada vez que abre la boca va sacando una pala de tierra, y cada vez más abajo. No hay adjetivos para el narcisismo. Él seguirá cavando su fosa, echando la culpa al otro. Y, extrañamente, lo ayudan a enterrarse más. Las arpías de la mitología lo acompañan en función de su progreso. Se piensan ganadores de un engaño vil. Piensan que por ensuciar a otro ellos no quedarán salpicados. El mal jamás triunfa, y ahí van cavando todos su propia tumba. Escucho campanadas de entierro a lo lejos. Me pregunto si sabrán que es por ellos. La luz no se puede tapar porque a ellos les molesta. Sus acciones, su proceder, su manera de actuar los está llevando por camino de tinieblas... ¿Arrepentimiento? No existe en su vocabulario. ¿Disculpa? Tampoco... Los doctos, los señores, buitres con traje y ropa al tono, se mueven por los terrenos de la bajeza y la mentir...

Bufones de la mentira

Imagen
  Bufones de la mentira La música resuena como en los carnavales antiguos; el aire apesta a difamación y calumnia. Hacen su aparición los bufones de la mentira, creyéndose señores de la realeza; cual payasos ridículos, pisan sus propios pasos. Sus manías los delatan, sus acciones quedan al descubierto; siempre serán bufones, indignos y poco aceptables. Aun cambien sus trajes, serán siempre el hazmerreír del público, la distracción de la aristocracia. Serán apuntados con el dedo, y la gente reirá a sus espaldas. El engaño y la mentira son disfraces que no se quitan y vuelven a pisar sus propias lenguas. Vacíos de mente, mundanos en sus acciones, volverán a montar el circo con aquellos que no los conocen. Sin embargo, los despiertos verán sus trajes ridículos... Verán los rostros detrás de las caretas y verán sus cabezas vacías, insulsas y llenas de gusanos. Ahí van los bufones, creyéndose reyes, mientras las miradas los sentenciarán en silencio. Cortos de mente, insulsos de pen...

Ángeles en el camino

Imagen
  Angeles en el camino Al salir del cuarto de las torturas, he visto los rostro de angeles en el camino. Salí con el alma partida y frío de soledad. En la garganta tenía los gritos que nunca di y las lágrimas rodaron común manantial. La soledad se disipó con mil voces, el aliento a seguir luchando fue al darme cuenta que no estaba sola. El camino que recorrí fue funesto, maldito y oscuro . Pero las luces de aliento llegaron como cuando el viento trae noticias del mar. Vi la bondad de la gente, vi el cariño desinteresado. Y volví a llorar esta vez al sentir apoyo cariño y amor. Aun me faltan varios pasos para llegar a la meta, pero puedo ver los banderines de llegada. ¿Quien me espera en la meta? Todos los que aportaron un grano de arena para mí recuperación. Todos los que me alentaron a salir, todos los que me dieron bueno deseos. ¿Quien corre a mí lado para levantarme en cada caída? mí pequeña familia, que me llevo en andas cuando no podía más y padeció conmigo mis dolencia y me...

Salida de emergencia

Imagen
  No sé qué hacer. Mi vida se ha estancado en un manicomio. Los días son iguales y el tiempo no se diluye entre los amaneceres. Interminable parece la derrota, como si, por alguna quimera del destino, todo retornara al mismo punto de partida. Me resisto a esta vida. Me resisto al olvido y a la comodidad del destino. Trato de acabar con los monstruos y todas sus versiones. Trato de acabar con la miseria y sus cómplices ocultos. He bebido hiel amarga, me he ahogado en los vapores de la desdicha. No hay vía de escape. Las puertas tienen candados; ninguna se abre. Mi cuerpo no tiene salida de emergencia. Muero en la frustración diaria, en el desgaste absurdo que genera el dolor. Mis días son de tormento y llamo. Aún no puedo salir de esta locura. Noor Yahann 

Deja vu

Imagen
  No puedo mantener mí atención, hay un manto negro que me cubre por completo y asfixia mí personalidad. Las voces pasan a segundo plano, como un murmullo sobrecargado. No puedo hacer planes, el tiempo está pasando y estoy perdida en laberinto de los olvidados. No puedo hallar la salida, estoy encerada en mí propio cuerpo. Poco comprendida, entro nuevamente en el cíclico del silencio. Vuelvo otra vez a ver el mundo desde una ventana. Vuelvo rodar en las noche con el corazón seco. Hoy he perdido. Me dejado caer de rodillas y no me he levantado, no puedo. He muerto en este intento. Mis fuerzas han perecido bajo el flagelo del dolor, he tocado fondo y no he podido salir de poso. Los ecos de la vida se cuelan como una briza fría. La desesperación me envuelve con su telaraña. He sucumbido al desierto calcáreo, he muerto mil veces y otras tantas me he levantado. El viento arrastra mis despojos, los pocos que quedan de mí personalidad. Y sigo caminando en circulo, versando oraciones taci...

Un mejor mañana

Imagen
 El caos ha entrado a mí vida, como remolino de viento ha sacudido mis cimentes. Destruida, rota, olvidada, impregnada de desilusiones y sin sueños. Me dejó arrastra por el caos. El espacio huele a dolor, las últimas brazas aún destilan calor tibio. Se aproximan las horas mortales atoradas de dolencias. Cuántas veces he caído? Cuántas veces he llorado amargo? El dolor es como un zumbido sordo, como aquel instante que el silencio aturde y presiona los oídos. Es una mutilación silenciosa, resaca de una guerrera pérdida. Sin embargo aún camino, pero mí senda está llena de espinas.  Y aún con los pies rojo carmesí me atrevo a continuar, bajo la ilusión de un mañana mejor. Noor Yahann 

La felicidad a la vuelta de la esquina

Imagen
  La felicidad a la vuelta de la esquina Me lleno de ilusiones... Como un diente de león voy dejando semillas al pasar. Como las plumillas de los cardos en la estepa, voy soltando ilusiones. El corazón se mece en la ansiedad y la sonrisa se desparrama tímida. Voy contando baldosas en la vereda, como las perlas de un rosario, tratando de no pisar las líneas, como de niña, para no perder el juego. Los hilos aún me atan al dolor. Aun soy una marioneta del silencio. Pero la esperanza ha vuelto a mis ojos, y ha calmado mis ansias. En los bolsillos guarde los trozos rotos de mí vida. De igual forma estoy entera, aunque no ordenada. Ya habrá tiempo para pegar los trozos de mí y quizás ya no sea necesario. Quizás sea así mí nueva versión. Algo atolondrada y desordenada. Rota, pero entera. Quizás en ello radica la belleza de las cosas quererse aún con cicatrices y ataduras. He batallado con la bestia de las mil formas, he luchado con tantas cosas... Y como una piedra me mantuve firme ante...

El amor no es negociable

Imagen
  El amor no es negociable El amor no se negocia, no se vende, ni se compra. El dinero no cubre años de ausencia y hambre. No puedes reparar un boquete con una piedra. No sé pueden reparar años de ausencia con una hazaña loable. No puedes pretender que te amen si no diste amor. No sé puede volver a confiar en quien te ha mentido, ni llamar a quien te ha abandonado. El amor es quién se quedó a tu lado en los peores momentos y los vivió contigo. Quien enfrentó las batallas y las padeció a tu lado. Un llamado después de media vida de ausencia no soluciona los problemas. El camino será más largo, más pedregoso. Será más tortuoso y menos elegante. Pero no abriré la puerta que he mantenido por años cerrada. No dejaré entrar al monstruo de siempre, aquel que lo paga todo con dinero. Si supiera que, con tan solo un gesto de amor hubiera bastado... Se abrió una grieta enorme y no hay puente. Jamás lo construyó. Solo había silencios e indiferencia. Así es el mundo y así aprendí a vivir. ...

La luz de mí madre

Imagen
  La luz de mí madre Cuando una luz comienza a apagarse, es lento como tantas otras cosas. Pero no es algo menor. La tristeza invade como la expansión de una explosión. Comienzas a darte cuenta que ya las cosas no son como antes. Ya no hay besos de buenas noches, ni mates por la mañana. El olor a comida de mamá ya no está. Ella se está apagado como la luz de una estrella.Ya no tiene fuerzas, navega en su propio mundo y pensamientos. Se pierde en la desilusión. No puedo hacer más que verla. Ya no sonríe, no hace bromas. Delgada y con sus dolores acuesta no quiere ir a ningún lado. Su casa, su guarida, es el mejor lugar, aunque no tenga todo lo que necesita. Lamentablemente nos toco vivir juntas, las guerras del hambre y la necesidad. Su soledad está marcada como una cruz que decidió llevar hace mucho tiempo. Hoy su cuerpo pequeño pierde fuerzas, come porciones de pajarito y no escucha muy bien, aún que para ella le hablamos en susurros. Su vida ha sido de sufrimientos, la nuestra t...

Escala de Dolor

Imagen
  Escala de dolor Como calcular el dolor, si parece aumentar de intensidad cada vez más. Cada vez se torna más agresivo, más violento. Cada día voy perdiendo fuerzas y soportando menos. Me obligo a levantar, el dolor continua... ¿Escala 10? Y comienzo con la cuenta... Siempre desde 5 porque el dolor no se va. 5, 6... No... 9 o 10...? Parezco rebasar el límite. ¿Como saco el pie del acelerador? ¿Como detengo este dolor? Estoy en los límites del quebranto, al límite del desquicio, poniendo paños fríos a la locura. Miró el día y el gris de las nubes acentúan mí tortura. Navego entre el cielo y el infierno. Entre cúspides y mesetas. La quietud de la noche me inquieta y el crepúsculo parece una poesía triste. Que lejos está la luna, cuántos llantos alberga está noche, cuánto dolor acumulado bajo la alfombra. Mí paciencia está tensa, mis pies tienen lodo, aún estoy en el pozo. No puedo salir y el dolor absorbe de mis carne y de mis huesos. Cuento 9... 10... Y sube el nivel de tolerancia...

No tengo derecho a ser amada

Imagen
  No tengo derecho a ser amada El amor tiene muchas formas y colores. El amor es un café por la mañana, un beso de buenas noches, un abrazo a media tarde porque si. Un lazo de vida, un lazo de sangre. El amor es perpetuo, indestructible, aún si no recibimos nada. Pero... ¿Que hacemos cuando alguien nos quita el derecho del amor? ¿Que hacemos cuando alguien que debería amarnos se vuelve en contra? ¿Que hacemos con los pedazos rotos del amor? ¿Que hacemos cuando alguien nos trunca el camino? En verdad no lo sé. No tengo las respuestas, pero si las heridas. En la soledad y el silencio trato de mantener viva la llama que se está apagado. ¿No puedo recibir amor? ¿Una cuota de ternura? ¿Una mano extendida para levantarme del suelo? Me han enseñado a levantarme sola... pero no siempre se puede. Hoy no puedo sola... La batallas han sido muchas y la mayoría las he perdido. ¿Elegí mal en camino? ¿Le erré al destino? ¿Cuál es la puerta que debo tocar? Hoy no tengo respuestas, solo tengo inc...

La vergüenza

Imagen
  La vergüenza Allí estoy, sentenciada por buscar la felicidad, apuntada con el dedo, como la mala semilla que no germina. Allí estoy, sentenciada porque el mundo se enteró de mis desdichas, porque no pude contener las lágrimas. Soy la rebelde, la incurable, la vergüenza. Soy la que pierde el juego. La que debe callarse, la que debe agachar la cabeza. El mundo se ha enterado de mis desdichas y no soy digna de ningún apellido. Desheredada, soy la que ha roto el molde y la forma. Pero… ¿y el coraje? Nadie habla de la fuerza de vida, de la lucha diaria, del dolor constante. Nadie entiende por qué dije “NO” y seguí aguantando la desdicha. Y aquí, tendida sobre la cama, aún tengo el coraje de seguir con la vida. He mancillado mi nombre por dejar que alguien me ayude. He dejado que las tristezas salgan de mi pecho y ahora floten como globos en el aire. Abrí las puertas… Encendí la hoguera… Ahora, desde el claustro y desde la oscuridad, las sombras reclaman… El viento sacude con f...

La máquina de los desastres

Imagen
  La máquina de los desastres Es como vivir el fin del mundo todos los días. La máquina de los desastres absorbe todo a su alrededor y, cual huracán, devora sin dejar nada en pie. Es capaz de la más atroz de las vejaciones: con dos palabras destruye tu mundo y te deja en la inconsciencia. O tan solo el silencio y la indiferencia queman los últimos vestigios de felicidad. La máquina de los desastres jamás deja nada en pie. Te destruye, te saca el aliento y las ganas de vivir. Sientes que nunca amanece y vives en una noche eterna. Vive de tus desdichas, come de tu soledad, bebe de tus lágrimas. No puedes hacer nada, tu boca está cocida con hilos de silencio. Y los golpes no son físicos sino emocionales. Juega con el rol perfecto de víctima y masilla tu autoestima hasta hacerla desaparecer. La máquina de los desastres lo gobierna todo: siempre, desde siempre y para siempre. Hasta piensas que es mejor morir que vivir. Es un fuego arrasador que todo lo consume y somos de papel. No ...

Cuando algo se rompe

Imagen
  Cuando algo se rompe Hay cosas que no tienen reparación; una vez que se rompen, no hay vuelta atrás, aunque lo intentes. Sobre todo las cosas invisibles, esas que no puedes tocar, las que guardas dentro del corazón. Una vez que el amor se rompe, se termina la fantasía, se termina la niñez y se terminan los lazos que unen las cosas invisibles. Cuando se te destruye el corazón, no vuelve a unirse jamás. La decepción que queda luego se adhiere a tus espaldas como una mancha negra. Es un viaje de no retorno y cada vez estás más lejos. El mundo se te hace el peor lugar para vivir. Y comienzas a transitar por una senda absurda y nefasta. Es difícil cuando se rompe el amor, cuando no tienes en quién apoyarte, cuando el único sostén de tu alma se quiebra como un espejo, cuyos trozos se convierten en esquirlas que rompen más que la carne: el alma. Ya no tienes brazos que te cobijen de los fantasmas o de los lobos hambrientos. El calor fraternal se convirtió en hielo y sientes que eres...

Viviendo dentro de un sueño

Imagen
  Viviendo dentro de un sueño En una caja oscura, en una fosa profunda, en un rincón sin magia, en el lado opuesto de todo. Allí donde el universo huele a destierro y desamparo, donde las grietas del cuerpo se abren y sangran. Ahí estoy hoy, confundida por los días que pasan, aturdida por la oscuridad que impera. Mi pecho se hace pequeño y el corazón no cabe en aquella prisión de huesos. El dolor me ha buscado entre los espacios efímeros de la felicidad. He olvidado mi nombre entre los telones de la noche. He olvidado mi nombre y se ha callado mi voz. Ruedan como perlas las miserias que vagan moribundas y hambrientas en el cuarto de las torturas. Me emborracho de llantos y aún sigo aquí, encadenada al minuto que siempre sobra, y las horas no me dan respiro ni alivio. Prisionera del dolor: ¿Quién me ha puesto las cadenas? ¿Quién no me ha dejado volar? ¿Quién ha robado mis sueños? ¿Quién ha roto mis alas? ¿Quién? No hay culpables… el destino me ha traído a las estepas áridas de ...